Para renovar el aire de una vivienda abrimos las ventanas y dejamos que la corriente siga su curso. Es el sistema de toda la vida, aun así cuenta con algún que otro inconveniente: falta de ahorro energético al abrir las ventanas y la estanqueidad del aire. Esto se soluciona con la Ventilación Mecánica Controlada.
¿Qué es la Ventilación Mecánica Controlada?
La ventilación mecánica controlada es un sistema de ventilación integrado en la vivienda que precalienta el aire entrante del exterior a la vez que elimina el aire viciado del interior hacia el exterior. Así se logra una renovación constante del aire en el interior de la vivienda mientras se genera un aire de mayor calidad, al filtrar el aire proveniente del exterior, dejándolo libre de partículas (polen, agentes contaminantes, etc).
Por qué instalar un sistema de ventilación mecánica controlada?
- Por confort. La ausencia de ruidos del exterior, temperatura de confort y control de la acumulación de CO2 para mantener un rendimiento físico y mental óptimo. Un espacio correctamente ventilado, aumenta el confort y el rendimiento a la vez que nos hace sentir más productivos.
- Por el beneficio que supone para la salud. La continua renovación del aire mejora el confort de las personas, más aun si padecen de alguna alergia. También reduce las posibilidades de transmisiones de virus como la gripe. Disminuye las molestias de las personas con problemas respiratorios como puede ser el asma y la posibilidad de inhalación de sustancias cancerígenas. También hay estudios que afirman que favorece los mecanismos antioxidantes del organismo a la vez que revitaliza los mecanismos naturales de eliminación de toxinas y células muertas.
- Por la normativa. El Código Técnico de Edificación, dentro del Documento Básico HS3 y el RITE, exigen que a partir de 2020: todas las nuevas construcciones que se realicen cumplan con los criterios de los Edificios de Consumo Casi Nulo. Para poder cumplir con este requisito es necesario el uso de sistemas de ventilación mecánica controlada (VMC).
- Por eficiencia energética. La ventilación tradicional abriendo las ventanas modifica la temperatura de las viviendas y locales drásticamente, pero apenas se consigue reciclar el aire. Una ventana abierta multiplica la demanda de calefacción o climatización, con el consiguiente gasto extra en energía. Además, los sistemas con intercambiador de calor son ya obligatorios en las viviendas de alta eficiencia.
- Por espacio. Son sistemas que requieren de poca planificación en obra nueva y reformas, ya que se pueden montar en el falso techo o en muros.
¿Qué opciones hay con la Ventilación Mecánica Controlada ?
Un sistema VMC está compuesto por una caja extractora central, pequeños extractores para cocina y baños, y rejillas que permiten la entrada del aire del exterior. Además, la Ventilación Mecánica Controlada puede ser de diferentes tipos:
– Flujo simple (admisión):
este sistema extrae el aire cargado a través de unos conductos. Se introduce el aire limpio desde el exterior a través de entradas autorregulables, situadas por lo general encima de las ventanas. En las viviendas el aire es extraído de las zonas “húmedas” (cocinas, baños y aseos, lavanderías, etc.) y el aire fresco es enviado a zonas como dormitorios y salones. En zonas comerciales o de oficinas, se varia un poco la instalación: el aire fresco es conducido a los ambientes, mientras que la extracción se realiza de los pasillos a través de rejillas en el techo que conducen al exterior.
Existe la versión de flujo simple hidroregulable, muy parecida a la simple, con la diferencia de que la ventilación de la vivienda se realiza en función del nivel de humedad te haya dentro de esta.
– De doble flujo (extracción y admisión):
más complejo que los anteriores, pero el que permite ahorrar más energía. En este sistema, el aire viciado se extrae por las zonas más húmedas (cocina y baños), mientras que el aire limpio que entra se filtra y es calentado o enfriado para adecuarse a la temperatura interior. El aire fresco es transportado por un ventilador dentro del conducto y liberado en las habitaciones mediante difusores. Estos flujos de entrada y extracción se coordinan mediante un controlador.
Además, estos sistemas de doble flujo permiten incorporar una unidad de recuperación del calor. Esta recupera la energía térmica del aire expulsado. Este intercambiador de calor precalienta o preenfría el aire renovado aprovechando la energía. También se reduce el desgaste del sistema de calefacción/enfriamiento. Aunque estos sistemas son algo más costosos, la inversión inicial se amortiza con el ahorro de costes de mantenimiento.
En principio no existe ninguna normativa que exija la instalación de recuperadores de calor. En edificaciones de consumo casi nulo, passive house u otro tipo de certificaciones sí que es obligatorio.
Con la ventilación mecánica controlada de doble flujo la temperatura no se ve alterada. El aire que se renueva trata de adecuarse a la temperatura de la vivienda, de manera que se reduce la perdida de energía y la necesidad de poner la calefacción. Esto solo se consigue si además de un sistema de VMC disponemos de una buena hermeticidad en la vivienda o edificio.
Si necesitas más información sobre equipos que cumplan con estas características, puedes ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos de la mejor manera posible.