A la próxima revisión de la Directiva Europea de Eficiencia Energética, la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Proyecto de Real Decreto para la modificación del Código Técnico de la Edificación habrá que sumarle el próximo Real Decreto por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios.
España ha ido retrasando la transposición de la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética y ahora con prisas para evitar sanciones, ha preparado el borrador del Real Decreto con el fin de recabar la opinión de las personas y entidades potencialmente afectadas por la norma proyectada.
Con todo esto se pretende establecer las exigencias y obligaciones en lo relativo a la contabilización de los consumos individuales que deben cumplir las instalaciones térmicas centralizadas de los edificios existentes con anterioridad a la entrada en vigor del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), aprobado por Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio , así como determinar los procedimientos que permitan acreditar su cumplimiento, tal y como se exige en el artículo 9 de la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, relativa a la eficiencia energética. También se pretende establecer las obligaciones relativas a la información sobre la facturación y el coste de acceso a la información sobre medición y facturación, tal y como determina la citada Directiva 2012/27/UE en los artículos 10 y 11.
Todo esto supondrá un importante cambio para los consumidores que aún disponen de instalaciones de calefacción y agua caliente centralizada quienes se verán obligados, si aún no lo han hecho, a instalar contadores individuales, válvulas termostáticas y repartidores de costes necesarios para la medición del consumo real de cada vecino. Y aunque la instalación de estos repartidores de costes pueda suponer una inversión inicial algo costosa, lo cierto es que esta medida, contribuirá de forma muy importante al ahorro y a la eficiencia energética de los edificios ya que, con la utilización de estos sistemas, se obtienen ahorros considerables en el gasto de calefacción.